17 de abril de 2011

GAITÁN

Por Fernando Bossi

¡Mataron a Gaitán!, fue la voz que se alzó desde Bogotá hacia todo el continente el 9 de abril de 1948.

Varios disparos terminaron con la vida del “negro”. A las dos de la tarde se informaba oficialmente el deceso del líder popular, mientras el país comenzaba a arder en un incendio que hasta aún perdura.

Como político, Gaitán comenzó su militancia en el Partido Liberal. Extraordinario orador, ya desde el Congreso se destacó por la defensa de los sectores populares y los campesinos. En el debate suscitado en torno a la Masacre de las Bananeras, episodio donde fueron asesinados trabajadores de la United Fruit Company, Gaitán descolló por su valentía y patriotismo.

En 1933 fundó la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria, UNIR, pero al poco tiempo la disolvió para reincorporarse al Partido Liberal. En 1936 fue elegido alcalde de Bogotá y en 1940 fue nombrado Ministro de Educación, llevando adelante una política de profundo contenido popular y democrático.

El conservador Luis Pérez Ospina llegó a la presidencia en 1946, por desinteligencias en el liberalismo, que presentó dos candidatos Gabriel Turbay y Jorge Eliécer Gaitán. Pero los liberales seguían siendo mayoría en ambas cámaras y Gaitán es proclamado jefe único del partido.

Con los conservadores en el ejecutivo, comenzó una oleada incontenible de asesinatos de partidarios del liberalismo. Las masacres se sucedían. Gaitán convoca a dos impresionantes movilizaciones, la "Marcha de las antorchas" y sobre todo la "Marcha del Silencio", exigiéndole al presidente el cese de la violencia. Así culmina su discurso: ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!

No hay dudas que para las elecciones de 1950 Gaitán sería electo presidente de Colombia, nada, salvo las balas del revólver del sicario, hubiera podido detener tal designio.

Tras el asesinato, la violencia se desató como él mismo lo había anunciado: "Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal".

Dos frases de Gaitán que aun perduran entre el pueblo colombiano: "Yo no soy un hombre soy un pueblo, y el pueblo es mayor que sus dirigentes” y “¡Contra las oligarquías, a la carga!

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